Contrariamente a los estereotipos establecidos, preparar cerveza en casa es bastante posible, y a diferencia de las tiendas, una bebida espumosa hecha en casa tiene un sabor natural y falta de conservantes. Gracias al característico sabor amargo y al rico aroma del lúpulo, la cerveza clásica tiene una popularidad sin precedentes. Esta es la primera bebida baja en alcohol obtenida por fermentación alcohólica.
Composición y recomendaciones.
Todos los ingredientes necesarios para la elaboración casera se pueden comprar en tiendas especializadas o solicitarlos en línea. Para hacer cerveza ligera necesitarás:
- malta de cebada - 2 kg;
- malta de caramelo - 0.5 kg;
- levadura de cerveza - 5-10 g;
- lúpulo - 15-20 gr;
- agua - 8 litros.
Para que la cerveza tenga un sabor más pronunciado y saturado, se recomienda usar una mezcla de varias variedades de lúpulo.
Tecnología de cocina
Una sartén esmaltada con agua se calienta a aproximadamente 55 grados. Se utiliza un termómetro especial como dispositivo de medición. Luego se vierte la malta preparada, apaga el fuego y revuelve durante 10-15 minutos. Después de esto, es necesario cocinar el mosto durante 10-12 minutos, hasta que la temperatura del agua aumente a 62 grados. Luego cubra la sartén con una tapa y déjela durante media hora.
El siguiente paso es calentar el mosto a 72 grados, revolviendo constantemente para que la malta no se queme, y dejar languidecer debajo de la tapa. Esta es la segunda pausa de temperatura, que dura unos 25 minutos. Luego, sobre un fuego pequeño, el mosto se calienta a 78 grados y la tercera pausa de temperatura se mantiene durante diez minutos.
En la etapa final de la preparación de cerveza casera, es necesario filtrar el mosto en un recipiente previamente preparado, utilizando varias capas de gasa, un colador y un colador fino para este propósito. Después de la filtración inicial, el sedimento restante se debe verter con 1-2 litros de agua, mezclar y filtrar nuevamente. Vierta el líquido del recipiente en una sartén limpia, agregue 1/3 del lúpulo y hierva durante una hora, eliminando periódicamente la espuma. Los lúpulos restantes deben dividirse en 2 partes y agregarse en el medio y al final del proceso de preparación. Luego, el mosto se enfría a aproximadamente 24-26 grados. Esta es la temperatura óptima para la fermentación.
Después de enfriar, el mosto se vierte a través de una gasa en un recipiente limpio y esterilizado, la levadura diluida se vierte y se agita bien. Luego se instala un sello de agua, después de lo cual el recipiente se coloca en un lugar cálido y protegido de la luz solar directa para una mayor fermentación durante aproximadamente una semana.